En Orahovac, pequeña ciudad situada en Kosovo y Metohia donde los albaneses constituyen la población mayoritaria vivían, hasta el año 1999, alrededor de 3.500 serbios. Hoy, 13 años después, se quedarnos apenas 300, los más persistentes y los que no tienen adonde ir. De Orahovac nuestra corresponsal Snezana Milosevic.
Los serbios viven en la zona norte de Orahovac. Allí nos dirigimos pero en las calles encontramos con unos pocos. Nos saludan y con la mano dan la señal de que no tienen nada que decir, hace tiempo dijeron todo lo que querían pero casi nadie les hace caso. Las casas abandonadas, en buena parte deterioradas por los años, son prueba de que está amenazada la existencia serbia en estos espacios. En Orahovac, actualmente, vive cada décimo serbio, contando su número del año 1999. Sufren mucho, sin trabajo, frecuentemente sin agua ni electricidad a pesar de que pagan las cuentas con regularidad. Cuando creen que no hay peligro, se van a labrar sus tierras cerca de la ciudad o de compras a la parte albanesa de la ciudad. De año en año disminuye el número de niños en Orahovac, y si no para esa tendencia, en un par de años la ciudad se quedará sin niños. En la escuela media hay en total diez alumnos. “Hay pocos sitios donde puede salirse en Orahovac, dice el alumno de secundaria Nemanja. Pasamos los días jugando al fútbol o baloncesto junto a la escuela, pasamos bastante tiempo frente al ordenador o escribiendo cartas a nuestros familiares y amigos”. Su compañera de clase, Stefana Rodic, dice que les molesta la falta de libertad de circulación. “Tenemos un sitio determinado para pasear, cerca de la escuela y de la iglesia, damos un par de vueltas, charlamos un poco, y cuando cae la noche tenemos que apresurarnos a nuestras casas. Mi deseo, destaca Stefana la que es una alumna ejemplar, es terminar los estudios universitarios en el exterior, y regresar a Orahovac, porque esta es mi ciudad, y otra no tengo”.
“El año pasado nos esforzamos bastante en mejorar la calidad de vida de los serbios de esta región de Kosovo y Metohia”, destaca el presidente del municipio de Orahovac, Marjan Saric. La mayor ayuda la recibimos del Ministerio para Kosovo y Metohia el que ha construido cuatro casas para los serbios”. Este proyecto, el que esperaban con mucha ansia los habitantes serbios de Orahovac, empezó a realizarse después de 12 años. Siete personas jóvenes, educadas, con la aprobación del Ministerio para Kosovo y Metohia y del Ministerio de Educación y Ciencia de la República de Serbia, han encontrado trabajo en la guardería de Orahovac y de Velika Hoca. El Ministerio nos ayudó económicamente también para comprar la indispensable maquinaria vitícola. Todavía falta, destaca Saric, emprender la reconstrucción de la carretera local en Velika Hoca. Este año seguiremos al mismo ritmo, dijo Saric, para ayudar a la población serbia, la que a pesar de la falta de seguridad y de la grave situación económica y social, no ha querido abandonar sus tierras y casas”.
La primera huella escrita de esta pequeña ciudad de Kosovo y Metohia, data del año 1348. Se mencionó en la carta del rey y emperador serbio Dusan.
(glassrbije)